Once años atrás mis padres tomaron la decisión de llevarme de llevarme un poco más lejos de casa, un lugar al que solamente podía llegar por transporte público, la primera impresión del lugar fue: aquí podre jugar mucho, desafortunadamente no me había dado cuenta que mis padres realmente me habían dejado en un lugar muy grande, fue entonces cuando descubrí que mi vida escolar había comenzado, en primaria la vida era más sencilla con sumas, restas, fracciones y divisiones. Para mí era sencillo, lo que me permitía descansar tranquilamente al llegar a casa.
Pasaron 6 años y las cosas se pusieron serias, las responsabilidades aumentaron drásticamente, los maestros ya no estaban con nosotros todo el tiempo y amiga cartonera fue una experiencia interesante.
Actualmente curso mi último año de bachillerato, en ocasiones recuerdo las aventuras que he vivido en esta escuela y sonrió.