(soon in english)
Día a día, incluso antes de ducharnos, acostumbramos encender nuestros computadores y casi por defecto abrir nuestro correo electrónico, Facebook, Twitter, las noticias y dar una vuelta por Youtube entre muchas otras cosas. Y es que Internet se ha convertido en una extensión de nuestros trabajos y ocio.
Llega a tal punto el nivel de integración de esta herramienta a nuestras vidas, que llegamos a olvidar que es un servicio pagado y asumimos que siempre estaremos conectados en casa o a través de nuestros dispositivos móviles.
En el caso personal de nuestra labor como cineastas o realizadores audiovisuales, nos sentimos orgullosos de poder acceder rápidamente a bases de datos, información, contactos profesionales y de poder postular a festivales de cine alrededor del globo, logrando incluso eliminar el envío de nuestras películas por correo físico a cualquier parte del mundo.
Vivimos un periodo de democratización de la información, que se ha visto potenciado con todas las redes sociales masivas y nuevos dispositivos tecnológicos, que en ocasiones nos hace despegarnos del mundo en el que nuestros pies están parados. Dejando de lado a una gran mayoría que no tiene acceso a Internet y mucho menos a un dispositivo tecnológico para poder acceder de forma gratuita a este medio.
A los latinoamericanos, a los hermanos Africanos y de Medio Oriente, siempre se nos ve como los más desvalidos en medios tecnológicos; y es probable que a nivel cuantitativo esto sea real, pero no hay que olvida que en cualquier rincón del planeta e incluso en los países mas desarrollados y que dominan la economía mundial, existen pequeños grupos que no tiene la posibilidad de tener acceso a la elite tecnológica de la que formamos parte.
En relación a lo anterior, adquiere mucha potencia el argumento de que finalmente muchas de las películas que hacemos, son un capricho de nosotros como realizadores, puesto que finalmente, son muy pocas las que llegan a verse en todo el mundo y muchas menos las que llegan a visualizarse de forma gratuita en todo el mundo.
En este marco es donde se encuentran muchas personas alrededor del globo y es ahí donde las iniciativas de integración tecnológica deben nacer y multiplicarse como un virus alrededor de quienes están fuera por causa del sistema mundial en el que estamos inmersos.
Independiente de las tendencias políticas o ideológicas que muevan una causa, las iniciativas que incentivan el libre acceso a la información son siempre bienvenidas en una esfera donde hay muchos que aprovechan la desinformación. Feciso ( www.feciso.cl ), en Chile es una iniciativa que lucha contra la desinformación, la integración del cine y el pensamiento crítico. Es en esa misma línea que aparece Filmannex, en primera instancia como un canalizador de cine independiente en línea, pero mucho mas importante aún, forjando la integración digital y democratización de la información en lugares tan alejados como la escuela de Hafiti, en Afganistán, integrando una sala completamente equipada con computadores y acceso a Internet, lo que marca una senda que muchas otras instituciones que buscan difundir contenidos a nivel global, debiesen seguir.
Es en este sentido que nuestro trabajo como realizadores independientes adquiere un plus, ya que finalmente y a pesar de que el cine es nuestro trabajo para sustentarnos, buscamos que las películas que hacemos sean vistas por la mayor cantidad posible de personas, exponiendo nuestras realidades y puntos de vista, a través de la ficción, el documental, la animación o cualquier medio audiovisual disponible. Filmannex da un paso a la cabeza de este tipo de iniciativas y en conjunto con los realizadores que ponen a disposición su material en línea, logra aportar un grano de arena para el libre acceso a la información. La escuela de Hafati es el primer paso que se da y esperemos que este tipo de iniciativas se replique en muchos otros lugares del mundo.
N.Ruiz