A veces en la vida cotidiana nos ha pasado que en situaciones ya sea difíciles, complicadas u en otras circunstancias por no manejar bien nuestra emociones nos podemos afectar o incluso afectar a terceras personas. Las emociones son muy importantes en nuestra vida ya que reflejan nuestro mundo interno, nos permite conocernos mejor y satisfacer nuestras necesidades y deseos y entender muchas de nuestras conductas, pero sobre todo, nos ayuda a tomar decisiones, porque por mucho que analicemos y pensemos sobre los pros y contras de las cosas, también nos permite darnos cuenta de nuestros pensamientos y actitudes y nos ayuda a cambiarlos, cuando es necesario.
Cada persona vive y expresa sus sentimientos de una forma muy personal, así como cada quien tiene su forma de reaccionar de acuerdo a la situación o sus emociones. Esto sucede por sus experiencias vividas, que hacen que perciba e interprete la realidad de manera diferente a los demás. Esos acontecimientos no son los que manejan nuestra vida, sino nosotros mismos, como sujetos activos manejamos nuestra felicidad dependiendo de la interpretación que hacemos de ellos, nosotros somos lo que pensamos y si aprendemos a controlar nuestros pensamientos también así podremos controlar nuestras emociones. Así que cuando nos suceda algo hay que primero saber controlar nuestras emociones para así tener unas mejores acciones ante todo, y esto nos servirá para nuestra vida cotidiana, podría ser que las circunstancias no nos lleguen a afectar más y poder tener mejores decisiones en la vida.