Cuando nos conocimos y empezamos a conversar.
notamos desde siempre que éramos admiradores de los misterios.
Nos intrigaban todos ellos.
El misterio de las artes y la vida
Los misterios de la física y la química
Los misterios del pasado y de la historia.
Los misterios del futuro y de los hubiera.
Así que comenzamos a buscar respuestas.
Nos dirigimos juntos a observar
Observamos misterios, respondíamos preguntas...
nos planteábamos otras nuevas.
Adorábamos los misterios.
Sabíamos que en el otro, se escondía un gran misterio.
Confiábamos en su autenticidad y magnitud.
Así fue como tu y yo.
Así fue como nosotros
}estamos ahora rodeados del indefinido misterio de misterios.
El misterio inefable y únicamente sensible del amor.
-Ariadna Torres