El Padrino es la película de la historia del cine que más entusiasmo ha generado en los espectadores
de todos los tiempos, algo que no parece que vaya a cambiar.
Una obra de arte descomunal, perfecta, poética y además, un éxito comercial que se ha mantenido en el tiempo gracias al mercado video. Su éxito contrasta con la batalla campal que se desarrolló en su gestación. El complicado rodaje de El Padrino, evidencia que la creación cinematográfica tiene algo de fatalidad o predestinación.
Hoy en día nos resulta imposible imaginarla rodada de otra forma, con un mensaje trágico distinto o protagonizada por otros actores. Cada intérprete parece nacido para su papel, cada detalle funciona en la pantalla como hecho a medida, sin embargo, a menudo en el cine, la trastienda es mas frágil de lo que parece.
Francis Ford Coppola: "la realizacion de El Padrino fue una ansiedad contínua. Me preguntaba cuando me despedirian."
Antes de El Padrino, Francis Ford Coppola era un director de poca monta. A penas había rodado tres películas mal vistas en Hollywood por su desatrosa taquilla. Entonces, ¿qué motivó a la Paramount para ponerle en frente de un best seller como El Padrino de Mario Puzo?. Trataban de buscar solución a los fracasos de las historias de mafiosos sicilianos en la gran pantalla y nada mejor que un verdadero italoamericano. A pesar de ello, la relación entre Coppola y la Paramount nunca fue idílica.
A toro pasado, es difícil imaginar que Marlon Brando fuera puesto en duda para interpretar a Don Corleone. Pero así fue, una y otra vez. Caben destacar las palabras del presidente de la Paramount en las que insistia que no queria que Marlon Brando apareciese en la pelicula. Pero Brando no fue el único, también se ensañaron con un joven y casi desconocido Al Pacino, que acabaría siendo su hijo en la ficción. Coppola tuvo que insistir enviando a los ejecutivos de la Paramount una incesante montaña de escenas grabadas.
Tambien fue cuestionado el tono clásico de la puesta en escena en la planificacion. Una elección de estilo que se desmarcaba de los aires de renovación del cine de la época.
Pero no todo fueron patinazos en la ejecutiva de la Paramount. El Padrino pudo ser gracias al empuje de Robert Evans, el productor ejecutivo de la cinta, el mismo que despidió a Coppola hasta seis veces durante el rodaje. Evans era un hueso duro de roer, pero fue él el que pagó a Puzo para que trabajaran en la creación de su novela, y también la persona responsable de la direccion final de la película. Hizo algo inaudito en un productor, forzar a su director a que la hiciera más larga.
Más allá de la mano de los productores, cabe destacar la maravillosa música compuesta por Nino Rota, eligida en varias ocasiones como la mejor banda sonora de la historia.