Casi siempre hemos pensado que la razón es mucho más acertada que las sensaciones intuitivas, pero hay veces que ese instinto acierta. A veces nos ha pasado que nuestra vuestra razón tiene muchas cosas válidas, pero en el fondo se tiene una sensación de que no es fiable, y no podemos encontrar motivos verdaderos para no fiarnos de ellos, pero vuestra intuición nos dice que no.
Nuestro cerebro trabaja con las experiencias que hemos tenido en el paso del tiempo algo asi como experiencias que ya están grabadas todo empieza desde que nacemos, hemos conocido a muchísima gente de diferentes rasgos y hemos tenido muchos sucesos, tanto buenos como malos. Todas esas experiencias se nos han quedado grabadas y a veces no sabemos por qué, pero tenemos la sensación de que una persona no es fiable, o algún suceso saldrá mal si tomamos “x” decisión. Quizás porque alguna vez conocimos a alguien con esos rasgos y no resultó ser buena persona o tomamos alguna decisión similar que salió mal. El cerebro tiene mucha información valiosa, posee un aprendizaje que se ha sido más que nada formando a base de vivencias, las cuales ayudan a que la intuición. Hay una infinidad de decisiones que tomar y no sólo la razón te dará un punto de vista bueno, escuchar a la intuición es fiable.
Todos poseemos la intuición y todos la hemos usado en muchísimas ocasiones, pero como se trata de un "sentido" (siempre se le ha llamado el sexto sentido) o muchos lo ven asi digamos que es una sutileza cualitativamente diferente a todo lo que conocemos actualmente, resulta muy difícil conectar con ella cuando nuestra mente está "afiebrada" (que es el estado “normal” de la mente en su actual evolutivo). Por ejemplo, cuando queremos forzar a la realidad, o cuando estamos manipulando a las personas, o cuando queremos auto engañamos para no ver lo que es, o cuando estamos obsesionados con nuestro melodrama personal, etc., nuestra mente bulle tan febrilmente que es muy difícil escuchar la sutil voz de la intuición, pero cuando estamos en paz, aceptando lo que es y cuando la cuestión de la ganancia y la pérdida no consume nuestro corazón, no sólo es muy fácil conectar con nuestra intuición sino que ésta se vuelve asombrosamente obvia. Cuanto más confíes en tu intuición, más fuerte estará ahí y menos te costará distinguirla de las urgencias de la pasión y de las exigencias mezquinas del ego, la intuición te salvará de vivir en un mundo de la duda y la angustia permanente que se podría decir que es la razón, mientras que también te alejará definitivamente del mundo delirante de las meras creencias, ya que cuando percibes la verdad, aunque solo sea un poco, dejan de importarte las teorías, las explicaciones y las creencias.
El instinto toma decisiones en cuestión de segundos. Cada día lo hacemos con cosas sencillas, como: ¿tomo el metro o la combi?, ya ni siquiera usamos la razón para tomar esa decisión, porque lo hemos hecho tantas veces y sabemos con qué combinación llegaremos antes, que el instinto ya nos lleva sin tener que razonar. Pero imaginemos que una persona que haya nacido en la selva y crece fuera de la civilización, si luego lo trajéramos a la ciudad, no vería tan clara la opción de qué sería mejor, si tomar el metro o la combi, porque nunca lo ha hecho y en su mente no está grabado ese aprendizaje. La intuición no es algo con lo que se nace, la desarrollan personas inteligentes que aprenden de todo lo que viven y ven a su alrededor. Si llevamos a la selva a una persona con una intuición brillante, seguramente allí se sienta menos inteligente. El instinto le funcionará sólo en las cosas que ya tenga aprendidas, cosas como que necesita alimento para sobrevivir y buscará por donde pueda para conseguirlo, pero no tendrá los conocimientos que tiene alguien que se ha criado en la selva.
Por eso hay que aprender a escuchar la intuición y permitir que a veces nos guie, para escucharla hay que poner mucha atención de ello, ya que tendremos una relación con uno mismo y poder romper con los hábitos que siempre hemos seguido, no siempre hay que creer en lo que ya sabemos algunas veces no nos ayudara de nada, así que hay que hacer más caso a las intuiciones.