¡Alabado sea Jesucristo!
Ciudad de México, Enero 12 del 2017.
Veritelius de Garlla, Apóstol Gentil.
(42)
Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Augustus XIX
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
IMPERIALIS LUCTUS DIES (Día de Luto Imperial)
Todos los templos, de todo el Imperio, sin importar su advocación, este día han de realizar al menos dos ceremonias luctuosas en memoria de Cayo Iulius Cæsar Octavio Augustus, padrastro, tutor y suegro del Emperador, en el aniversario de su muerte. En Insûla Capreæ Imperialis, no es la excepción; al contrario, los dos Templos que tiene la isla lucen para la conmemoración, sus ‘mejores galas’ de luto. Los más reconocidos ministros de culto, encabezados por el Sacerdote Theodorus, hacen acto de presencia insubstituiblemente. Para Tiberio César, ésta, y la visita que hace a la Curia Iulia, sede del Senado en Roma, para el recuerdo del asesinato de Cayo Iulius Cæsar, son las conmemoraciones luctuosas más importantes del año; y exige que se realicen con la mayor dignidad posible.
La primera ceremonia inicia al alba, justo cuando el sol matinal corona destellante la cúspide del Vesuvius, que se aprecia nítido desde el Templo de Iuppiter, Iuno y Minerva; luz ésta, que es utilizada en el altar principal para encender la llama perpetua que recuerda al Divino César Octavio Augusto, el Primer Emperador Romano, en el nicho ex profeso que tiene en la monumental construcción. El Templo todo se llena de las más variadas personalidades del mundo romano; reyes, estadistas, gobernantes, políticos; grandes jefes militares del Ejército Imperial Romano o de otras milicias; religiosos de todos los credos que amalgama el Imperio; importantes y famosos de todas las Provincias y Naciones que conforman nuestra cosmopolita Cultura Romana; todos, absolutamente todos quieren hacer acto de presencia y ser vistos por Tiberio César.
Solo blanco y negro, nadie puede asistir vestido de ningún otro color; sin joyas ni adornos; sin coronas ni diademas; sobriedad absoluta en el atuendo. No es día de celebración, es día de duellum; porque si bien es cierto que a la muerte del Divino Augustus, Tiberio fue proclamado Imperator, ese día de celebración es su cumpleaños, que es también la Cum Festum Imperium; pero no hoy, hoy es luto.
Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Augustus XXII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
LAS RESPUESTAS
¡¡Alabado sea Iesus Christus!! ¡Hoy es día de Gloria al Señor! Ya buscamos en el Levíticus y a este día podemos llamarlo nuestro Rosh Há-shaná (comienzo del año), que para nosotros es el comienzo de un ciclo que yo espero nunca termine. ¿Que de qué estoy hablando? ¡¡Los Apóstoles han respondido a mi misiva y con los términos que habíamos acordado!! ¡Esto sí que merece una gran celebración! La carta dice:
A nuestro querido hermano en la Fe Veritelius de Garlla, a quien con gusto llamaremos el “Apóstol Gentil” por su denodado interés en nuestro Señor Iesus Christus, le saludamos desde la Comunidad en Yerushalayim; la Paz del Señor esté contigo y los tuyos.
Que la Misericordia de Dios te asista y el Sanctus Spirîtus prodigue sus beneficios en tu familia y en tus labores.
En concilîum celebrado con todos los Apóstoles del Señor, excepto Jacob, que continúa en tierras lejanas, y que podrá ser informado por ti al respecto, todos, con la ayuda del Paráclito, hemos acordado lo siguiente respecto de escribir acerca de Iesus Nazarenus, Señor y Dios nuestro:
Escribirán solamente: Mateo, Juan, Judas Tadeus, Santiago el Menor y Simón Petrus.
Del Evangelio del Señor, Mateo escribirá en arameo para los iudaicus; Juan lo hará en griego para la Diáspora de nuestro pueblo en Grecia, Asia Menor y Macedonia; y Simón Petrus lo hará para los gentiles.
La ayuda por ti ofrecida de scriptôris y traductôris es aceptada, siempre y cuando ellos estén ubicados en esta Ciudad de Yerushalayim.
Ningún Discípulo y ningún otro Apóstol está autorizado para signar escritura alguna; si en el futuro esto fuese posible, Los Doce tendrán que autorizar al escritor y sus escritos.
Todos los escritos en todas las lenguas serán copiados en Yerushalayim, lugar desde el que se distribuirán a las diversas Congregaciones ya existentes y por fundarse.
Esta es la Voluntad del Señor, que hemos recibido por Gracia del Sanctus Spirîtus; sea anatema lo contrario.
Que la Gracia de nuestro Señor Iesus Christus en Comunión con el Padre y el Sanctus Spirîtus esté contigo y con todos los tuyos del “Christus Mandatus”.
Petrus Apostôlus, Domini Servus.
Christus Vicarîus
Yerushalayim, Iudae, Augustus XIV,
XXXIII Anno Domini
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¡Esto es oro puro!, mucho mejor que eso, ¡es aire vital para nuestro proiectus!; tengo que enseñárselo al grupo de inspirados del “Christus Mandatus” que tenemos en Capreæ: Tiberio César, el Sacerdote Theodorus, y Tito y Gallio, a quienes dará mucho gusto saber de su existencia.
– ¡Tadeus! le digo eufórico a mi Asistente, ve al Palacio del Centro y que avisen al César que es urgente que le vea; he recibido la respuesta de los Apóstoles al planteamiento que les hice en Hierosolyma, ¡y es positiva!
– ¡Al Mandato Tribunus Legatus!, se apura el hombre ante la orden.
Llamo a Ícaro, Galo, Camilus y Nikko, quienes se encuentran en la oficina a lado de la mía y que son los expertos que se están formando en el grupo, y les muestro y leo el documento; cada uno responde ante mi pregunta:
– ¿Qué piensan ustedes que significa esta misiva?
– Yo creo que realmente han aceptado ‘una nueva forma de ser’ con respecto a las costumbres del pueblo iudaicus, en cuanto al traspaso de las tradiciones, Tribunus Legatus; dice Nikko.
– Con esto se acaban los escribas y sus hatos de poder; creo que fariseos y saduceos empezarán a ver la desaparición de su hegemonía; agrega Ícaro, pensando en Misael de Cafarnaúm.
– Pienso que la difusión de las enseñanzas de los Apóstoles tendrá muchas más posibilidades para que la gente siga bien su religión y conozca sus creencias, Tribunus Legatus; apunta Diófanes.
– Yo creo que estamos ante el nacimiento de algo que puede llegar a ser tan grande como ellos mismos decidan que sea; no como el judaísmo, que ante todo es segregacionista y excluyente; ha comentado Galo.
– Bien, jóvenes, muy bien; les digo, ya veo que están aprendiendo y eso es muy bueno para el “Christus Mandatus”, cuanto más sepamos de este asunto, mejor decidiremos qué y cómo hacer.
Está llegando Tadeus y nos indica que vayamos de inmediato al Palacio del Centro en donde nos espera el Emperador. De inmediato montamos y nos dirigimos hacia allá. Tiberio César ha mandado traer al Sacerdote Theodorus y por supuesto, se encuentran allí los dos adolescentes maravilla de este asunto: Tito y Gallio, mi hijo. Los cuatro nos esperan ya en una terraza llena de plantas y con una pérgola de vides con fulgurantes uvas. Le muestro y leo la misiva a Tiberio César y los comentarios empiezan a fluir:
– ¡Alabado sea Dios!, dice Tito, el Sanctus Spirîtus ha iluminado a sus siervos; la proclamación del Evangelio será a niveles insospechados; termina el diciendo el adolescente apóstol. Tiberio vuelve su cara hacia el Sacerdote Theodorus esperando su comentario.
– ¡Felicidades Tribunus Legatus, sin lugar a dudas es Usted un hombre capaz de convencer hasta a los mismísimos hebraicus!; y más importante aún si hablamos de ‘Buenas Nuevas’ por instaurarse.
– ¡Muy bien Verito!, a mí no me sorprende; yo siempre he estado seguro de tus capacidades, tu arrojo y tu entrega. Ahora tienes el salvoconducto de los verdaderos iluminados.
– ¡Qué bien, Patis, qué bien lo has hecho todo!; dice mi pequeño Gallio.
No cabe duda, ellos hablan en lo espiritual, nosotros seguimos en lo materialmente práctico del asunto; creo que nunca les vamos a poder alcanzar. Me queda muy claro: una cosa es ser escogido por el Sanctus Spirîtus y otra muy distinta es tenerlo. Así estamos con estos dos grupos: ellos lo tienen, nosotros solo fuimos seleccionados; ellos son amos, nosotros jornaleros.
He aprovechado la oportunidad para informar a Tiberio César la próxima fecha de nuestra salida, así como el itinerario que cubriremos en la visita a Jacobo, hijo de Zebedeo; el Apóstol que se encuentra en Hispania. Por respuesta ha dicho:
– ¡Qué afortunados son todos ustedes; no saben cuánto les envidiamos! ¡Conocer a los Apóstoles de Iesus Nazarenus y además platicar con ellos! No muchos mortales podrán decir eso; ¡y menos si son ‘gentiles’!, ¡y romanos, que es aún peor! ¡De ahora en adelante serán llamados los ‘Benditos del Christus Mandatus’!, Centuriones de Garlla; y ríe gustosamente el anciano muy querido por nosotros, Imperator Maxîmum.
Insûla Capreæ Novus Villa Garlla
Septembris VII
Año XXI del Reinado de Tiberio Julio César
HACIA HISPANIA
No solo está Jacob, hijo de Zebedeo, en Hispania, también están con él más de diez Discípulos, algunos de los setenta y dos originales de Iesus Nazarenus, y otros de los que se bautizaron el día de Pentecostés. El joven Apóstol de solo veintinueve años, ha querido emprender su predicación de forma contundente en tierras Tarraconenses, Béticas y Lusitanas; quiere dejar huella pronto y la quiere dejar profunda. Nosotros queremos ayudarle en su labor siendo útiles; y por supuesto que lo haremos.
Habiéndonos adelantado Camilus Méver, quien nos espera ya en Tarraco, solo iremos cuatro Centuriones y yo; más la tripulación completa de “La Liburna Christina”, esto es, no irán fuerzas de ataque y solo viajará la mitad de mi escolta. Así, mucho menos pesados, la navegación será más ligera y fácil y nuestro avance mucho más cierto y seguro. En Tarraco estarán también los Procuradores de las tres Provincias en Hispania, a los cuales dejaré las instrucciones pertinentes del “Christus Mandatus”, así como los antecedentes que ya hemos vivido y la aprobación de los hechos por parte de Tiberio César. Después de la campiña Itálica en Mediolanum, las tierras Ibéricas son mis preferidas; cuatro años completos pasé en estos hermosos lugares, los mejores años del final de mi carrera militar.
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Afectísimo en Cristo de todos ustedes,
Antonio Garelli
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Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.