El mundo está conformado por millones de personas cada una con millones de ideas, traiciones, sentimientos, ideales, compromisos, pasiones diferentes, etc. Es casi igual que decir que en cada persona hay un mundo, entonces dentro del mundo hay miles de millones de mundos distintos. Sin embargo, todos esos mundos están en interacción constante uno con otro, unos con otros, compartiendo ideas, discrepando pensamientos, compartiendo sentimientos, causándose emociones, moviendo el mundo del otro de maneras positivas y negativas, entre estos mundos también hay conflictos, que no son anormales, sino más bien inherentes a la convivencia existente y también necesaria.
A algunos mundos les gusta cantar, a otros bailar, a otros escribir, a otros leer, a otros investigar, a otros inventar, descubrir, escuchar, ser escuchados… algunos observan el comportamiento de los mundos, individual y socialmente, y entonces se dan cuenta que aunque no todos son artistas, todos son creativos, todos son inteligentes y todos pueden llegar a la trascendencia a partir del conocimiento y redescubrimiento de su propia esencia. Inteligencias múltiples le llamaron.
El mundo de los mundos comenzaba a deteriorarse, físicamente pero todo tenía que ver con la banalidad de los pensamientos de los mundos pequeños, que se volvían individualistas y a la par olvidaban lo hermoso de vivir. Hacían las cosas mecánicamente y con cotidianeidad. Solo había unos cuantos que buscaban arriesgarse, ser diferentes, intentar cosas disímiles y hacían la diferencia. Hacían con pasión las cosas, disfrutaban de los problemas y los aprendizajes que su resolución le ofrecía, actuaba con amor y se presentaba positivo ante todas las situaciones.
El secreto del triunfo es querer triunfar, los logros individuales se obtienen con el propósito individual, pero la construcción de un mundo mejor es la conclusión del trabajo en conjunto, del compartir ideales, de compartir el amor por el mundo, la vida y el esfuerzo, de compaginar deseos, y empatar ideales, alcanzar ciertas utopías, crear lo que está dentro de nuestra cabeza, dentro de nuestro mundo.
La creatividad y su uso cotidiano, "Ya no es un lujo. Se trata de supervivencia" (Barras, 2014) Los contextos florecen cuando prospera la creatividad y decaen cuando no lo hace. Puccio preside el International Center for Studies in Creativity, que fue el primer departamento universitario de su tipo en el mundo. Debe sus raíces a Alex Osborn, un ejecutivo publicitario que trabajó en la avenida Madison de Nueva York a mediados del siglo XX. Que comenzó a experimentar con métodos para provocar el pensamiento creativo: uno de los más conocidos que él popularizó fue la lluvia de ideas. Al retirarse, se dio cuenta de que tenía más sentido impulsar la creatividad de las personas mientras aún reciben educación y esto condujo a la creación del departamento de creatividad de Buffalo State College. Hoy en día, existen cursos de estudios creativos en diversas universidades de todo el mundo. “Se trata de forzar el cerebro a abandonar los viejos patrones y buscar otros nuevos. Eso ocurre con frecuencia cuando los inventores hacen un gran avance".