"¿Qué significa morir cuando puedes vivir hasta el fin del mundo? ¿Y qué es <<el fin del mundo>> salvo una frase?" - Anne Rice -
Leah y Seth - Un sueño eterno
Una noche triste ha terminado. Es hora de levanterse de un sueño oscuro. Había sido una noche pesada y Leah se sintió feliz de saber que se había tratado de un mal sueño. Abrió la ventana y respiró un aire tan limpio... se sentía libre.
Se vistió rápidamente de una manera informal -considerando que era de la "alta sociedad"-. Aún así su vestido seguía viéndose elegante. Salió corriendo y subió a su caballo, comenzó a cabalgar libre...
Sin ningún lugar a dónde ir, con la mente en blanco, cencentra todas sus fuerzas en las riendas de su caballo, los árboles parecen moverse a los lados cuando entra a un camino alejado y desconocido, sin embargo sigue adelante. Va atravesando un bosque completamente verde.
<<la naturaleza es hermosa>> pensó. Y no pudo darse cuenta de que en ese momento ella estaba ahí formando parte de una escena maravillosa.
Detuvo a su caballo en cuanto vio un río, se detuvo y se quedó mirando, el agua era tan limpia que podía reflejarse en ella comos si fuera un espejo.
De pronto el cielo se oscureció en lo que pudo ser un eclipse, y detrás de ella pasó una sombra, como si estuviera hipnotizada comenzó a caminar, si antes no sabía a dónde ir ahora menos.
A su lado aparecían miles de imágenes, recuerdos que habían sido enterrados hace años por ser tan dolorosos. Pudo ver la muerte de us padre en la guerra, lo vio con mucha claridad aunque ella no había estado ahí.
Vio a su madre llorando, vio como tomaba una cuerda ajustándola a su cuello y la vio colgar de una torre. Sin embargo no podía sentir nada. Solo caminaba. Había atravesado el bosque de regreso y se dirigía a un lugar cada vez más lejano.
Recordó también el sueño que había tenido esa mañana. Estaba en una iglesia al lado de Seth, aquel hombre que quería casarse con ella y al que Leah tanto odiaba. Sin embargo la escena no era hermosa. El cielo estaba gris, tan apagado como si también estuviese triste. Su vestido era negro y sus lágrimas rojas como si llorara sangre. No. No había sido un sueño, eso es lo que iba a pasar. Por eso ella decidió huir de su destino.
Sin saber cómo se dio cuenta de que había llegado a un barranco. La vista desde ahí era aterradora pero increíble. Las nubes estaban tan altas que parecía que había llegado al cielo. Se miró el vestido con sorpresa al darse cuenta de que ya no era ese azul que había escogido en la mañana sino uno blanco. Parecía un ángel.
El aire comenzó a soplar y cayó una suave brisa. Sintió una paz inmensa. Se sintió feliz y comenzó a caminar, sus pies descalzos tocaban las nubes y podía caminar en ellas sin ningún problema.
Poco después aparecieron muchas personas alrededor. Ella estaba en el suelo y sangrando, con una rosa en la mano. Una rosa que había sido blanca pero se había teñido de rojo por tanta sangre.
Sonó una campana muy débilmente y luego otra, las personas a su alrededor le hablaban pero sus voces eran cada vez más débiles hasta que todo desapareció y quedó ella durmiendo en el pasto, en un sueño del que nunca despertaría.
Fin
Muchas veces tomamos decisiones sin pensar en las consecuencias, pero siempre es mejor enfrentar nuestros problemas que escapar de ellos.