LOS BARRENDEROS
-Luis Mario Vivanco
Catedrático del Centro de Lenguas ITAM
Cuando la noche expira fatigada
Con su escoba de vara
Barren los barrenderos las calles
de pesado silencio, de sonrisa siniestra;
barren os barrenderos
y se llevan la luna
y se llevan también las estrellas.
Los barrenderos van
Empujando sus carros color naranja
En donde depositan la fatiga del día anterior,
La ilusión o el recuerdo
de los que no durmieron por la espera;
recogen de los parques la pasión
que se deshizo en besos,
las miradas que intentaron fugarse
mirando al suelo
pero que aún navegan en los charcos;
recogen las palabras también,
las maldiciones, las promesas,
las cotidianas frases que una vez se usan
acaban en el piso maltrechas;
recogen lágrimas, deseos,
oraciones completas,
risas, perocupaciones, toses de enfermo
y todos esos pasos que dejamos en las aceras.
Por eso pesan tanto sus carros,
por eso sus escobas de vara
rasguñan con tal fuerza el asfalto,
y sólo así
logran barrer con tanta inmundicia
y se llevan las sombras también,
para que así veamos
cómo llega la luz y se hace el día.