En estos 13 años dentro de esta humilde institución me he dado cuenta que las mejores personas son las que están aquí.
Hacen de mi vida una mejor expectativa, me ayudan a sobresalir, que como equipo salimos adelante.
Para mi Mano Amiga ya es como una familia, ¡mi segunda casa!
Tan grata es mi experiencia en este recinto que cuando me toque salir de él me voy a poner muy triste puesto que no es fácil decir adiós a algo con lo que ya te acostumbraste.