Ese día fue increíble para mí. Nunca había visto a tanta gente de distintas culturas como ese sábado que fui.
Mis amigas y yo intentamos ir juntas pero ellas no podían el sábado así que mientras platicaba eso con Daniel el me dijo: -Vamos tu y yo, como una cita- y yo acepté. El sábado, en la mañana, yo me levanté y limpié mi cuarto, tomé un baño y desayuné. El llegó a mi casa a las 9:00 am pero yo estaba algo avergonzada porque el tuvo que esperarme para abrir la puerta -mi mamá perdió las llaves y no podíamos abrirla-. Cuando abrí la puerta mi mamá me dijo adiós. Daniel y yo empezamos a caminar para la avenida para tomar un camión hacia el metro Santa Marta, transbordar a metro Puebla y volver a transbordar hacia Chabacano. Mientras íbamos hacia Chabacano una persona empezó a gritar: -yo no hablo inglés, speak in english- y nosotros empezamos a caminar más rápido de lo normal. La última estación fue Zócalo, salimos del metro y cruzamos la calle, la primera cultura que vimos fue Corea, tenían k-pop a un volumen muy fuerte. El lugar estaba organizado casi como una "Y", al centro habían conciertos pero llegamos tan temprano que estaba vacío. Vimos todas las culturas excepto Filipinas y Japón - estaban cerradas-; en perú compramos galletas pero mientras las comíamos vi a una niña vomitar. No recuerdo que cultura me gustó más. Yo pienso que es de África porque vi a una hermosa mujer que tenía piel negra, era muy alta y delgada. En esa cultura ellos tenían un montón de colibríes hechos de madera que me recuerdan a mi abuelita.