Habìa una vez un pueblo màgico donde la naturaleza abundaba el prìncipe Sol, y la princesa Luna el pueblo era el màs limpio del universo y todos los amaneceres eran ìncreìbles . Los humanos contaminadores, sin conciencia de su planeta todavìa no llegaban ahì. En el pueblo existian naturaleza increìble de conocer. Un dìa llegò una nave con mucho humo contaminando el gran pueblo màgico, mataron a los aldeados sin importar lo que sentìan, ellos solo querìan buscar oro y riquezas materiales que abundaban ahì pero no se daban cuenta que la verdadera riqueza era la hermosa naturaleza y los bellos amaneceres que habitan ahì. La aldea se iba acabando por los seres humanos que no tenìan conciencia como ya habìan acabado con su territorio por tanta contaminaciòn ahora querìan invadir algo que bello y cuidado que los aldeanos adoraban su tierra sagrada. Los hombres sin conciencia cazaban a las aves, tiraban sus tanques de basura a los rìos, cazaban animales bellos y escupìan nuestra madre Naturaleza como si ella no sintiera. A lo lejos del atardecer se veìa como un bellos plumaje dorado brillaba con el sol, una capa ondeada por el aire y unos ojos tan concentrados habitaban en su rostro. Todos los hombres se soprendieron, cuando bajo ese hombre tan extraño aterrizo tan misterioso, cuando el polvo se desvaneciò su rsotro brillaba con su plumaje era un hombre con ¡CABEZA DE AGUILA! con unas alas tan hermosas y una mirada tan misteriosa que todos los hombres empezaron a huìr y el superheroe llamado "ojo de halcòn" dijo: RESPETEN A NUESTRA MADRE NATURALEZA QUE ELLA ME HA MANDADO A HACERLES CONCIENCIA DE SUS HECHOS" Derrenpente los sabìos arboles empezaron a tomar vida y les consumio a los hombre todo su egoìsmo, su mala actitud con la vida y su mal comportamiento, y les dieron su energìa de amor y paz en sus corazones. Cuando despertaron los hombres tenìan otra mentalidad de conciencia y de AMOR, que empezaron a recapacitar y a pedir perdòn , el ojo de Halcòn se retiro por los altos cielos dando le gracias a nuestra MADRE NATURALEZA.
MI SUPERHEROE OJO DEL HALCÒN con DIGITAL CITIZEN FUND
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