En especial esta es una de mis frases favoritas y siempre que la escucho viene a mi mente un libro viejo abierto con un pluma encima.
Claramente somos escritores de nuestra historia, cada vez que hacemos cualquier acción automáticamente queda plasmada en ese libro, y como un examen de conciencia leemos el libro, pero no podemos borrar nada porque ya está escrito pero tenemos la oportunidad de que al día siguiente, o en la siguiente página, una nueva historia se escriba. No podemos escribir la historia de alguien más sin que sea cien por ciento certera pues no sabemos lo que piensa y siente al mismo tiempo así que esta frase tiene razón, solo y únicamente podemos ser dueños de nuestra historia pero hay alguien que nos presta ese libro para escribir y poder plasmar y es Dios, el desde arriba solo observa las buenas y malas decisiones que tomamos, pero aun así, él tiene el poder de llevar el libro hacia el para conocernos y que le podamos contar nuestra historia para ver si tenemos oportunidad de llegar a un mejor lugar.