Nosotros no debemos controlar nuestros sentimientos y emociones. Si nos quedamos sentados a meditar sobre el problema aumentará el pensamiento de suicidio, para sacarlo de nuestros pensamientos necesitamos concentrar y ocuparnos en algún trabajo que siempre nos haga pensar de manera positiva. Desviar el pensamiento de suicidio depende de nosotros, podemos escuchar música, leer algunos libros. Leer libros interesantes e inspiradores fortalece y ayuda mucho.
Tenemos que escribir nuestro problema y nuestro dolor en un libro, también compartir los problemas puede ayudar a alguien más. Además de compartir los problemas con los ancianos y un asesoramiento adecuado va a ayudar mucho. Si de vez en cuando visitamos lugares sagrados nos va a ayudar a sentirnos relajados.
Por último, necesitamos la confianza suficiente para hacer frente a los desafíos de nuestra vida. La destrucción de uno mismo no es la solución para ningún problema.