Desperté antes de que la enfermera pasara a revisar mis signos vitales como lo había hecho las últimas dos semanas, camine hacia el lavabo y remoje mis mejillas con agua, vi mi cara reflejada en el espejo expresaba cansancio, no lo soporte salí del cuarto sin hacer mucho ruido, recorrí el pasillo sin saber a dónde me llevaría, quise ir por el ascensor pero Bruce salió de inmediato y tuve que ocultarme detrás de una columna, espere hasta que se fuera para ir por las escaleras, bajé hasta llegar al primer piso. Solo estaban las enfermeras del turno matutino, por suerte sabia donde guardan las pertenencias de los pacientes me dirigí hacia el almacén, tome un pantalón, una camisa de manga larga y un par de tenis que encontré ,me cambie lo más rápido que pude y Salí de la sala pero olvide que el hospital lleva un registro de acceso por lo tanto si quería salir tenía que decirles mi nombre, el guardia sospecho de mí, yo di media vuelta pero él me siguió sujeto mi brazo y pregunto mi nombre como no le respondí me sentó en una silla e hizo una llamada, en pocos minutos vi a Bruce salir de la sala y dirigirse a donde estaba, le dio un apretón de manos al guardia y me hizo una seña para que lo siguiera ,en todo el recorrido no me dijo ni una sola palabra, llegamos a su consultorio cerró la puerta yo me recargue en la pared esperando que dijera algo pero solo suspiro , saco un folder negro con separaciones rojas y me lo entrego, lo hojee, el paciente era Mark Sosa, jamás había oído de él. No entendía nada, después entro una chica un poco mayor que yo y le dijo a bruce que todo estaba preparado, miré a Bruce, me dijo que analizara el expediente de la manera más discreta posible, después dijo que en vista de que ya estaba mejor podía empezar con el entrenamiento, me entrego un atuendo para entrenar, luego salimos del hospital y me llevo a un edificio enorme.
Cruzamos toda clase de puertas hasta llegar a una en especial donde Bruce utilizo una tarjeta muy diferente a las que había visto, me asombre por la cantidad de chicos que estaban entrenando pero un señor desvió mi atención, dijo que estaba bien que me sorprendiera porque a partir de ese momento me convertiría en uno de ellos.