El Precio

Había encontrado el siguiente cortometraje a producir: El Precio.
Era una idea ambiciosa pero factible, laboriosa, pero que valdría la pena sufrirla…

 Un momento… ¿no se trata este blog de Ángel Guardián?
   Claro, sólo que la historia así comienza: El precio ni siquiera tenía título pero ya estaba haciendo todo lo posible por hacerlo una realidad, hice un casting cuando originalmente el protagonista sería un hombre y después pensé que sería mejor una mujer. Dulce Garza aceptó ayudarme protagonizando este cortometraje tan accidentado. Tuvimos meses de ensayos, pruebas ya meritos, cambios de plan, situaciones del destino que fueron aplazando la grabación original y que sólo ocasionaron que reescribiera el guión quien sabe cuántas veces. Pasó tanto tiempo que decidí hacer por mientras un cortometraje "sencillo".

Era diciembre del 2010 y me puse a pensar qué puedo hacer, que sea corto, sencillo pero que tenga al menos un mensaje ó historia, algo que me motive. Me puse a ver los cuadros de mi hermana para ver si uno me inspiraba y me llamó la atención un hada, y mi hermana me dijo: no es un hada; que era un ángel portando una la luz en la oscuridad. Y algo me hizo click y me emocioné, y dije quiero hacer algo así, pero la verdad no tenía ni idea de qué iba a hacer. Me puse a escribir un montón de cosas hasta que me vino a la mente: una historia de amor, de amor que salva abriéndonos los ojos aún en el momento de mayor desesperación; el amor que ilumina en el momento más oscuro de un ser humano.

 Ya tenía mi historia, dije volveré a "actuar" y listo ya tengo algo mientras retomo la grabación de El Precio.   Para entonces me dejé crecer la barba, una o 2 semanas, ni fue tanto y me encerré en mi cuarto a grabar. En esas escenas nadie me ayudó, ponía la cámara frente a mí, la luz y me ponía a hacer las tomas. Según yo estaba contento con las tomas y me rasuré, pero para variar luego sentí que debía volver a grabar y otra vez tuve que dejar pasar no sé que tantos días para que me creciera la barba. Ahora sí ya tenía la mayoría de mis tomas.  Había planeado pata hacer al ángel crear una marioneta o utilizar un muñeco, pero al final no me convenció y le dije a mi hermana que la quería grabar para que ella fuera el ángel, bueno, su silueta. Fuimos entonces un día a casa de mi abuelita porque en mi casa no tengo espacio, para hacer las tomas que iba a usar para hacer al ángel.

 Áun me faltaba hacer algunas tomas mías, pero de nuevo me estaba entrando la duda sobre mi vocación, la espina que había notado mientras grababa Ahorra con Conciencia, ahora la sentía más. Sentía que lo que hacía, lo hacía porque es lo que me había convencido a hacer y porque es lo único que aprendí a hacer, pero no sentía pasión, ni amor. Todo eso disminuyó mi ritmo de trabajo, pero seguí haciéndolo. De repente las ideas recién salidas del horno son las que me daban un empujón. Una idea que me vino durante la edición, la de cambiar la total oscuridad por un fuego que atormenta el alma del hombre.  Tuve muchas diferencias creativas conmigo mismo, pero llegué a la conclusión de que debía ser claro en las imágenes para transmitir la idea correcta. No fueron los mejores efectos, pero eso no es lo que buscaba, siempre y cuando no interactuaran con la acción en vivo, excepto en la primera escena, que más bien es una transición; no es el hombre que se prende en fuego; sólo es la idea de mostrar el cómo se ve el cuerpo de un hombre inconsciente y después el alma atormentada por sus problemas. Tal vez pude haber hecho más cosas para mejorarlo, pero no me importó. todos los días me desvelaba hasta las 4 o 6 am editándolo, porque muchas veces improvisé y experimenté y cambié de ideas. Al final cuando lo terminé, me gustó la música, la historia, pero no estaba muy convencido del resultado final. Pero era lo que tenía en un momento que no podía terminar de grabar un cortometraje y en que mis dudas de ser cineasta aumentaban. Llegó el momento de mostrarlo a la gente y generalmente tuvo buenas críticas. Afortunadamente los que más saben, le encontraron el lado artístico, lo cual fue lo que más me motivó ya que esa era mi intención; así que tuve éxito. Pero ahí no paró la cosa, vino el Festival de Cannes 2011 y les gustó a críticos que seleccionan qué cortometrajes exhibir. No entró al concurso final, pero gracias a que fue visto en Francia, luego me fue solicitado llevarlo a otros festivales, en Polonia, Canadá, Australia, Argentina y no me acuerdo donde más. Incluso una estudiante de cine en el Texas A&M me pidió permiso para exponerlo en una clase.
     Así que fue todo un éxito moderado :D

   Después me dispuse a terminar de grabar El Precio, el cortometraje del cual he tenido enormes expectativas y han venido muchos de mis momentos más difíciles, estresantes, desesperanzadores y de vacío.

En el siguiente blog: El Precio

 
Hagan click AQUI para ver Ángel Guardián.     

 

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