Escribir. Lo que podría decir que es mi pasatiempo favorito. No sé cómo fue que empezó a gustarme, y tengo una ligera idea de cuándo fue la primera vez que escribí un cuento. A veces quisiera recordarlo perfectamente pero no puedo, tal vez sea porque hay que dejar de mirar atrás y continuar, seguir escribiendo... seguir creando.
Un mundo de letras
Lluvia. El cielo lloraba la noche de su nacimiento y fue por eso que la llamaron así. Ella no era una niña normal. Al principio parecía serlo, pero había algo especial que la hacía diferente.
Extrañamente en su vida solo había conocido días soleados, como si el mundo se hubiera detenido en primavera. Todo comenzó cuando cumplió 9 años, estando en su cuarto comenzó a llover, y ella se emocionó tanto que salió corriendo al patio. Su madre la encontró fuera y la regañó.
-¿No ves que te puedes enfermar?- le decía cada que intentaba salir. Entonces ella se sentaba junto a la ventana y se quedaba mirando, estuvo tanto tiempo frente a la ventana hasta que la lluvia le pareció aburrida, y en un largo tiempo no volvió a llover.
La lluvia no era lo único que le tenían prohibido, y es que ella era tan hermosa que parecía una princesa encerrada en un castillo. Así es como se sentía la mayoría de las veces.
<<¡Eso es!>> pensó. Entonces comenzó a escribir. A los 9 años Lluvia escribía esto:
"La princesa siguió esperando la llegada de su príncipe, entonces una noche mientras llovía escuchó el relinchar de un caballo y el sonido del dragón cayendo al suelo. El príncipe subió por ella hasta la torre y la salvó. Y fueron felices para siempre"
El hermoso final de todos los cuentos. Luego cumplió 14 años y escribió un diario:
"De nuevo mis padres han estado peleando, mi hermana dice que se van a divorciar pero yo no quiero creerlo, a pesar de que cada vez es más difícil y la situación empeora yo no puedo aceptarlo. Tengo miedo, no sé qué haría si eso llega a pasar."
Así pasó un tiempo hasta que su corazón ya no resistió. Cayó en un sueño profundo como si se tratara de la bella durmiente, y se negaba a despertar. La visitaron sacerdotes y doctores y no lograron despertar. Todos la veían dormida pero así era como ella se veía:
>>Estoy en un mundo que yo misma he creado. Aquí está hecho realidad todo lo que escribí durante la lluvia, pero lo demás se ha esfumado. Encontré a las princesas de mis cuentos, pero también a mis peores miedos, quiero salir de aquí pero no sé cómo. Tengo miedo. No entiendo cómo pude crear todo esto. Cuando tengo sed se convierte en un desierto y cuando tengo frío empieza a nevar. No sé cómo escapar de aquí. Tengo miedo.<<
Eso formaba parte de una carta. Ella la metió en una botella y la lanzó al mar. Pasó 9 días sin avanzar, y cuando por fin lo hizo se dio cuenta de que tenía que enfrentar sus miedos, ella se convirtió en el caballero que asesinaba a las bestias y pudo salir adelante, y cuando por fin terminó con todo pudo despertar.
Esperaba encontrar a sus padres peleando, pero en vez de eso estaban dando gracias a Dios porque Lluvia había despertado, y estaba lista para enfrentar sus miedos, pero esta vez en la realidad.
Fin
Sí, siempre hay que ir adelante y en la realidad, y hay que saber enfrentar nuestros miedos para poder avanzar.
